Experiencias Casquivanas: RoperoPaula

!Prueba Superada!

 

El equipo Casquivana fue ayer a visitar RoperoPaula. Decidimos ir temprano después del almuerzo para dedicarle toda la tarde con calma así que llegamos por ahí de las 15:00 hrs. y nos formamos en la fila para pagar la entrada (yo sigo insitiendo en que alguien me explique porqué cobran la entrada pero no vamos a dedicar otro post a deliberar sobre eso porque es una pérdida de tiempo). Estando ahí paradas esperando para entrar aplicamos nuestro primer criterio de evaluación: La gente que sale ¿lleva bolsas de compras? la respuesta era si, y en cantidad considerable.

Ingresamos y comenzamos a mirar cada uno de los stands en el orden de la numeración para hacerlo más fácil, aunque hay que admitir que al entrar nos dieron un mapa con la ubicación de cada área y stand, además de los baños, la zona de desfiles y la zona de charlas, asi que no había como perderse. Los pasillos eran amplios, los stands tenían buenas dimensiones y apreciamos el esfuerzo que hicieron algunos diseñadores por contratar stads dobles, mostrar más de sus prendas y ofrecer un mejor espacio para no andarte pegando con el bolso de la compradora de al lado. Además era notorio que cada expositor se preocupó de la estética de su stand, eran bellos.

Entonces, lo primero que nos gustó fué la distribución de espacio, lo segundo fue darnos cuenta de que las prendas no estaban muy repetidas (o sea, no eran únicas pero si tenían cierto grado de exclusividad, no vimos prendas repetidas de un stand a otro) y no era como esas ferias de diseñadores “independientes” donde te encuentras con que toda la ropa es igual porque está hecha con el patrón básico pero la “exclusividad” de cada diseñador es hacerla en una combinación de telas y color diferente. No, aquí había realmente muchos estílos, tallas, colores y si bien pudimos encontrar las tendencias básicas de la temporada no iba todo para el mismo lado, era para todos los gustos, edades, personalidades y si te fijabas bien, bolsillos.

No era barato, pero ninguna feria de diseño lo es y en esta por lo menos valía la pena pagar por cosas que eran lindas, exclusivas y de buena calidad. En las últimas ferias de diseño que asistimos ultimamente se confudía lo “artesanal” y “hecho a mano” que está de moda, con la falta de estética; entonces había mucha novedad pero nada que esteticamente valiera la pena, este no fue el caso. Porque si vas a comprar un abrigo de Jacquard (que no es otra cosa que tela de cortina cara) al menos que sea de buena calidad, con un diseño lindo e irrepetible, si no es así anda a casa de tu abuelita y pídele sus cortinas o el tapíz de los sillones y le pides a cualquier costurera que te haga el abrigo con un patrón tradicional.

Escuchamos la charla de Kika Neuman “El Lenguage del vestuario: dime qué usas y te diré quien eres” y la verdad es que no dijo nada que cualquiera con dos dedos de frente no sepa: que la primera lectura de tu persona es a través de tu apariencia, pero en lugar de ir un poco más allá, se quedó dando vueltas en ese concepto. Esperabamos más de esa charla porque el tema daba para algo entretenido y muy útil pero fue más como asistir al primer día de clases del primer año de la carrera de diseño.

Tratamos de ver uno de los desfiles pero no pudimos disfrutarlo ni verlo completo. Faltaba una pasarela alzada porque una hilera de sillas al rededor de la pasarela a nivel de piso era maravilloso para la gente que estaba sentada pero hacía que los demás se arremolinaran detrás y la mala educación (y desconsideración por el prójimo) se hizo ver en todas sus formas.  Ojalá para la próxima tengan en cuenta esta sugerencia porque lo que alcanzamos a ver (de la cintura para arriba de las modelos) era muy interesante.

Muy atinadas las áreas de descanso para tomarse un jugo, un café, un trago y comer algo. Tomamos una rica limonada con menta del stand de La Chakra y vimos que había cositas ricas y nutritivas para comer, además de los stands de vodka, tés de sabores y café. No probamos los stands de belleza, cambio de imagen y manicura porque estaban llenos, pero no se veían mal.

Algo que vale la pena anotar: si es usted expositor, cuide la estética de su stand pero no decore con objetos gigantes que obstruyen el paso de los compradores en su tienda (por ejemplo un gran jarrón con flores en una mesa al centro de un stand). Si es usted asistente, no entre a un stand a conversar con su amiga y contarle lo que cenó ayer mientras ambas se quedan paradas en el centro sin ver ni dejar ver a otras personas que sí quieren vitrinear y comprar, conversen en un pasillo o vayan a tomarse un café.

En conclusión: RoperoPaula se ganó varios porotos en cuanto a organización y selección de sus expositores, se notó el trabajo duro y el esfuerzo por realizar un evento de esta envergadura con los menores fallos posibles. Excepto un par de cositas, lo disfrutamos mucho!