Actitud Casquivana: Una vida llena de pasión

Ponle candela a tu vida

 

Según Wikipedia, la pasión es una emoción o sentimiento muy intenso y según la definición de la Real Academia Española, pasión es la acción de padecer, si nos  referimos a la Pasión de Cristo, debe ser escrita con mayúscula, es lo contrario de la acción, un estado pasivo en el sujeto, la perturbación o afecto desordenado del ánimo, una inclinación o preferencia muy vivas a otra persona, apetito o afición vehemente a algo y un sermón sobre tormentos y muerte de Jesucristo, que se predica el Jueves y el Viernes Santo, además de una parte de cada uno de los cuatro Evangelios en la que se describe la Pasión de Cristo.

Tremendo lío nada mas para definirla y la verdad es que la parte de “estado pasivo del sujeto” no me cuadra para nada porque la pasión no creo que sea un estado pasivo, al contrario, creo que es el motor que si le ponemos el combustible adecuado es capaz de llevarnos muy lejos y por eso con este post quiero que reflexiones sobre la cantidad y calidad de las pasiones que hay en tu vida. Al decirte que vivas con pasión no me refiero a que andes todo el tiempo en “estado de exuberancia” como lo definía una amiga cuando estaba hiperventilada, sino a que pongas corazón y estómago en las cosas que haces de la misma forma que pones cerebro.  

Ya, abordemos lo primero que a todo el mundo se le viene a la mente cuando hablamos de pasión. Me refiero a la relación de a dos, porque si en esa no hay pasión, se enfría la cama, se enfría la casa entera y no hay amor que aguante, por eso hay que ocuparse de mantener vivo el impulso que nos lleva a desear y ser deseados. Obvio que cada pareja tiene su receta y en gustos se rompen géneros, pero definitivamente los 5 sentidos juegan un papel primordial ya que son los receptores directos que envían las señales para prender el fuego y hacer que después se transforme en incendio.

Pero como no sólo de pan y sexo vive el hombre (especialmente ahora que el pan subió de precio y el sexo se ha convertido en un lujo con la falta de tiempo), también podemos agregar unos toquecitos de pimienta en otras áreas de nuestra vida para mantenernos “on fire”.

Por ejemplo en el trabajo: he escuchado a mucha gente quejarse de que no le gusta su trabajo, que le aburre, que no es desafiante o por el contrario es demasiado estresante. Bueno, pues menos te va a gustar si no lo haces con pasión, si no te comprometes de adentro (ya que de afuera quizás no hay incentivos para hacerlo) y en lugar de hacerlo mecanicamente, entregando el mínimo requerido, puedes ponerle garra y tratar de sacarle el mayor provecho posible a las 8 horas que pasas calentando la silla en la oficina o la universidad.

Encuentrate un hobby, un deporte, un interés que puedas seguir con pasión, con fuerza. Algo que te haga sentir viva y entera, algo que emocione lo suficiente como para hacer latir el corazón. No tiene que ser algo adrenalínico, sino algo que te guste mucho y te incentive a seguir haciendolo. Inventate un sueño y consíguelo! nada más poderoso que lograr una meta en la que has puesto sangre, sudor y lágrimas. Por cierto, este dicho se refiere a los tres componentes imprescindibles de la pasión: energía, trabajo y emoción.

La verdad sea dicha, yo sufro de exceso de pasión a veces. Ya, ya, si no estoy alardeando de mi vida sexual, lo que quiero decir es que le agrego demasiada emoción a todo y luego estoy metida hasta el cuello en cuestiones que debieron ser mas piola. Cuando amo lo hago con cuática y cuando odio también...no tengo térmimos medios lo cual tampoco es bueno porque hay que tener una medida en todo, de lo contrario pasa lo que decía en la definición de arriba, puede transformarse en el acto de padecer en lugar de disfrutar.

Si después de leer este post te queda el gusanito de que tu vida está poniendose rutinaria y le faltan unos condimentos, te invito a que comiences por lo más fácil: ponle color! Nada como un buen accesorio o lápiz labial color rojo para preparar el camino y lanzarse: !Llena tu vida de pasión!.