15 de mayo de 2011

Amores casquivanos: Diferencias culturales

Viva la diferencia

Con este mundo tan globalizado es fácil encontrar parejas de diferentes países y también de diferentes culturas, parejas que no solo tienen que acomodarse a las costumbres obviamente diferenctes, sino que además en muchos casos tienen que luchar con los prejuicios de quienes los reodean.

Todos estamos concientes de que estas diferencias existen, pero ¿se han detenido a considerar que las mismas diferencia afectan también a los que son del mismo país? Generalmente se piensa que no, pero la diversidad que existe en costumbres, hábitos y valores es casi tan grande como si se tratara de un país lejano.

Hay costumbres más que arraigadas en lo más profundo del alma, que sin ser algo terrible terminan siendo las más irritables, como por ejemplo la de meter o no la sábana debajo del colchón o mejor ejemplo aún si apretas la pasta de dientes por arriba o por abajo.

Cosas tan simples como que uno se levante temprano cuando el otro prefiere dormir hasta tarde pueden transforma la vida diaria de la pareja en todo un infierno, la discusión de si la tele va en la pieza o en el living trae de seguro más que un dolor de cabeza y si el desayuno en la cama está permitido los fines de semana o no,  serán más que un malestar durante los fines de semana.

El ser deportista o sedentario (o convertirse en uno) también generan problemas, el tema de los carretes no es menor, a uno le gusta salir todos los fines de semana mientras la pareja es más bien de quedarse en la casa y ver una película.

Si uno de los integrantes de la pareja viene de una familia grande y el otro de una pequeña también provoca un choque cultural, porque los de familias grandes generalmente no cortan sus lazos y mantienen los fuertes vínculos familiares mientras los de familias pequeñas prefieren la indivualidad antes del achoclonamiento.

Son algunas de las diferencias más comunes que casi toda pareja enfrenta, las que generalmente se resuelven cuando uno de los integrantes asume como propia la costumbre del otro, ya sea por ceder, por cansancio o porque simplemente le resulta más atractiva.

En mi caso personal, siempre he tenido que luchar contra el plato de los tallarines, por cultura familiar del lado de mi mamá nosotros servimos los tallarines (y cualquier otro tipo de pasta, llamense corbatas, fusilli, espirales, canutos, canutones, etc) en plato hondo, algo que a medida que crecía fuí aprendiendo que no es algo muy común en Chilito, pero para mí es algo que no se transa.

Invitamos a todos y a todas para que nos cuenten sobres sus experiencias en este tema de las diferencias culturales y cómo lo han solucionado? hay cosas que les ha tocado que no transan por nada del mundo?
Por Malú

3 comentarios:

  1. En mi caso las diferencias culturales Chile-México pasan inadvertidas y cuando son marcadas lo q hacemos es que él adopta algunas costumbres mexicanas y yo otras chilenas. En los hábitos también hemos sido bien flexibles, sabemos lo q irrita al otro y no lo hacemos...o bueno, tratamos de hacerlo lo menos posible. Con el poco tiempo q tienen las parejas hoy en dia para estar juntos (entre semana por ejemplo), sería una pérdida de tiempo llegar a casa y enojarse porq el otro apretó la pasta por el lado "equivocado" no? Mejor unos besitos! Jijijiji!

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  2. Yo soy desordenada o como buena "Virgo" tengo mi propio orden jajaja pero en pautas generales somos iguales, casi diría que cada uno en su busqueda encontró a la persona ideal, pero en términos religiosos somos muyyyyyyy distintos: Cristiana-Judío... se llegó a un acuerdo que de la puerta para adentro no se habla de religión... nuestro hijo eligirá el día de mañana si cree o no... la tarea más difícil fue que una parte de su flia. me aceptara... en fín... cosas que se ven en las telenovelas pero sucede mucho en la vida real...

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  3. ya se me ocurrió un hábito que a los dos nos molesta, pero no tanto como para ser tema de discusión...mover el asiento del auto! como los dos estamos acostumbrados a manejar mas cerca o más lejos del volante, lo movemos a cada rato porque compartimos el auto.

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