24 de abril de 2011

Traumas Casquivanos: Mi primera Pascua del Conejo

Saliendo del cascarón

Cuando era chica no tuve pascua con huevitos. Proveniendo de una familia mexicana católica, donde el conejito de pascua pasa a segundo o tercer plano en estas fechas, la pascua era una época que se dividía en dos cosas completamente opuestas ya que en México se cruza con las vacaciones de primavera (el temido spring break) así que los colegios e instituciones educativas tienen dos semanas de vacaciones, una, la primera para salir y darle vuelo a la hilacha como decimos allá y la segunda que tiene que ser de recogimiento, pena, luto y que uno tenía que pasar en casa, viendo tele pero solo películas sobre víacrucis y la vida de Jesús.

Creo que la primera vez que el conejo entró en mi casa fue cuando yo tenía 23 años, y no era conejo sino coneja. No me mal entiendan, no voy  a describir ningún encuentro del segundo tipo, lo que pasa es que en Monterrey, donde vivía en esa época, se estilaba que la coneja y no el conejo entregara los huevitos de pascua, y eran los niños los únicos que tenían el privilegio de recibirlos. Los adultos nada, así que la coneja fue a dejar huevitos para mis sobrinos postizos y yo me quedé como el chinito: milando.

Ya en Chile, la primera pascua la pasé en casa de mi cuñada que tiene 4 hijos y mientras la familia se fue a misa, nosotros ayudamos al conejito a esconder los huevitos, por supuesto yo escondía uno debajo de un zapato y me escondía dos en el bolsillo, basada en mi experiencia anterior había aprendido que si no hacía eso me quedaba sin huevitos de chocolate y otra vez como el chinito.

La siguiente pascua la pasamos con unos amigos en la playa de Iloca y me acuerdo haber escuchado ruidos la mañana del domingo mientras todos dormíamos, nunca se me ocurrió pensar que el conejo andaba haciendo de las suyas ya que solo había adultos en la casa y mi en prontuario de experiencias no encajaba un conejo escondiendo huevitos si no había niños en la casa. Me volví a dormir y más tarde cuando despertamos todos mi amiga dijo “ya, a buscar los huevitos!” delimitó el espacio y nos dedicamos a buscar hasta debajo de las piedras del jardín. Me divertí como loca. Era mi primera pascua del conejo en toda la extensión de la palabra!!!

Durante esta última semana estuve viendo varios sitios de internet que dedicaban sus páginas a reseñar productos de pascua desde los huevitos de chocolate, conejos de chocolate, conejos gigantes, canastas, zanahorias de chocolate, muffins y dulces hasta cosas más adultas como disfraces de conejita y algo muy particular que aparecía en el sitio de Japi Jane y que no voy a mencionar porque mis sobrinos me leen y están muy pollos para leerlo, pero me tinco harto! Sin embargo acabo de comenzar solo hace un par de años mis pascuas como niña, no pienso dejarla tan pronto.

Esta mañana L. y yo asignamos un espacio para cada uno y escondimos los huevitos de chocolate para que el otro los encontrara...nos divertimos mucho y hasta los gatos ayudaron a esconder y encontrar y por supuesto nosotros nos dedicaremos a disfrutar de los chocolates por el resto del día. Feliz Pascua del Conejo a tod@s!! 

*Por Mexicana

1 comentario:

  1. Y cuántos huevos encontró el Cuatro? (cuatro es el gato gordo de la mexicana).
    También puedo dar fe que el conejo sigue pasando por Iloca... Jajaja

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