14 de abril de 2011

Cultura Casquivana: Libro "Mujer sin fin"

Aprende a decir no
 

Estás atrasadísima pero tu vecina toca el timbre para pedirte una taza de azucar y como no te tomará mas de tres minutos accedes. Tu mamá necesita que la acompañes a comprar unos regalos para sus amigas por que sin tí está perdida, accedes. Tu mejor amiga te llama porque acaba de romper (de nuevo) con el pololo y necesita apoyo emocional, accedes. Tu hermana te llama porque la niñera le canceló a última hora y le urge que cuides a los niños esta noche, accedes. Tu jefe te pide que vayas a trabajar el sábado (otra vez) porque necesita una mano extra para terminar los informes, accedes.

Si, estoy exagerando un poco pero piensa que esta y otras situaciones suceden todos los días mientras tú estás balanceando tu vida laboral, familiar, emocional, social y de pareja al mismo tiempo como uno de esos equilibristas arriba de un monociclo. Nadie puede!

¿Te ha pasado que no te das cuenta pero cada vez menos de tu tiempo te pertenece? Comienzas a hacer las cosas sin negarte porque cómo le vas a decir que no a tu madre o a tu hermana, si son tu propia familia, o a tu mejor amiga, si son uña y mugre, o a tu jefe...si es de quien depende tu pega!  Eres la que todo el mundo llama cuando tiene un problema o un apuro porque eres maravillosa y te las puedes todas y tienes tiempo para todos...menos para tí.

Querida casquivana, estás en manos de una red de cronófagos. ¿De qué? De cronófagos...literalmente “comedores de tiempo”; devoradores de tu tiempo que se ceban y engordan con tu energía y te dejan a tí sin energías y sin un par de minutos si quiera para hacer algo que tú quieras hacer nomás porque tienes ganas.

¿Cómo descubrí todo esto? Pues leyendo el libro “Mujer sin fin, la conspiración del cronófago”, de la autora argentina Silvia do Pico (pobre, ya se, como le fué a tocar ese apellido). Tengo que confesar que me llevó bastante tiempo leer este libro, no es fácil de digerir, primero porque por un lado todo el tiempo estaba pensando “no, esta mujer está pecando de feminismo exagerado” (¿existe eso?) y por el otro lado tuve que leer partes que después me hacían cerrar el libro y reflexionar sobre las circunstancias en las que las mujeres decimos “no” (pocas circunstancias creo yo) y la culpa característica del género femenino.

No se trata de andar por ahí diciendole a todo el mundo que se rasque con sus propias uñas porque si no nos ayudamos unos a otros el mundo nunca será un lugar mejor. Se trata -como en todo- de llegar a un equilibrio, no siempre podemos ser la red de salvación de todo el mundo así como tampoco podemos andar cargandoles a todos los demás nuestros problemas. Uno tiene que aprender a ser honesta y decir “esta vez no puedo ayudarte” y sobre todo a no sentir culpa por eso.

Lean el libro, regalenlo a sus amigas, a sus madres y hasta a sus parejas. En lugar de caer en la conspiración del cronófago, puedes comenzar a organizar tu conspiración de “regaladores de tiempo”...es una idea que se me acaba de ocurrir, una red de apoyo entre tu círculo cercano que sea algo así como hoy por tí, mañana por mi. ¿Te tinca?

2 comentarios:

  1. jejeje, dónde está ese libro...

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  2. Eso es típico cuando la familia te empieza a chantajear con el "es que hace tiempo que no nos vienen a ver"... y otras cosas por el estilo, o como le pasa a una pareja de amigos que ya son padrinos como de 6 niños (y ya van para el 7) y la única razón de tanto apadrinamiento es que no pueden decirle que no a ningún familiar, menos si ya le dijeron que sí a uno...

    Aquí hay otro tema super importante que está camuflado... los cronófagos utilizan generalmente el chantaje emocional para lograr la atención, no podemos dejarnos chantajear!

    Y al igual que el machismo empieza por casa cuando nosotras (o nuestras madres, abuelas, tias, etc) educamos hombres machistas, además de aprender a decir que no también hay que aprender a aceptar un NO por respuesta

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