y el tortuoso camino para encontrarlo
Primero quiero dejar bien claro algo, para que después no digan que soy una insensible, tacaña y egoísta, nada que ver, el problema aquí es otro y tengo que confesarlo: soy pésima para hacer regalos... es más, para mí es todo un tema y se podría decir que hasta me estreso.
Y es que soy perfeccionista y además me cargan esos regalos por cumplir, porque un regalo tiene que ser "de adentro", pone de manifiesto el conocimiento que tienes de una persona y al revés (cuando te regalan a ti) puedes tener una idea de la imagen que proyectas a los demás o de qué tan cercanos son tuas amigos.
Por eso un regalo para mí hay que hacerlo con el corazón y no es algo que se tome a la ligera. Cuando salgo a buscar alguno casi siempre termino toda deprimida porque no encontré exactamente lo queandaba buscando (o era extremadamente caro) y tuve que conformarme con el plan B, C, D o Z.
Hay algunos a los que les tengo terror, son los ultra complicados, generalmente son hombres, que o pueden comprarse lo que quieran o son demasiado quisquillosos en sus gustos (créanme, que hay muuchos, aunque varios lo disimulan bien...jejeje), ahí es cuando quedo absolutamente en blanco... ni siquiera tengo plan A, en esos casos no me queda otra que empezar con la encuesta face to face o una tormente de ideas o busquedas desesperadas en google para ver si salgo más iluminada.
Definitivamente no puedo postular a viejita pascuera, no tengo el don y lo peor es que además de torturame con la búsqueda siempre quedo con la sensación de que el regalo no fue del agrado del regalado.
Y es que es muy difícil, tiene que ser algo lindo, que a la persona le guste (obvio los regalos tienen que ser a gusto del que los va a recibir, si es para ellos no para una) y no tiene que ser algo trivial que podría ir a comprarse a la esquina o en cualquier momento, porque además de recibir el regalo la persona (cuando este cumple con todas las características mencionadas) se siente en una especie de trance de felicidad (se nota).
Hay gente que tiene el don, hay un cumpleaños o viene navidad y siempre, siempre dan con el regalo perfecto para todos (o para la mayoría), ese es el caso de mi hermano, no sé como lo hace, pero debería dedicarse a eso profesionalmente.
En beneficio de tod@s aquell@s que como yo no poseen el don de elegir regalos (que no es lo mismo que el don de regalar), invito a nuestros lectores a dejar sus tips para encontrar regalos perfectos o que se acerquen a la perfección
Cuando hacer un regalo te genera estrés es porque estás poniendo más peso en el objeto que en lo que quieres expresarle a la persona. Uno siempre quiere hacer el regalo perfecto pero yo creo que aquí hay que separar dos cosas: Una es el acto de regalar y recibir un regalo. Los regalos que vienen "de adentro" tienen más que ver con lo que te hacen sentir desde la persona que los da y no tanto con el contenido del regalo. Si tu mamá te regala la mantita de cuando eras guagua el día del bautizo de tu propio guagua, ¿te decepcionas porque no era el cochecito de guagua ultra top que tú querías? O porque está pasada de moda y es amarilla cuando todo en la habitación de la guagua es rosado?
ResponderEliminarLo otro es que hay que tomar en cuenta es el que recibe el regalo. Cuando alguien te regala algo, independiente de que sea o no una fecha especial es porque quiere hacerte sentir especial, porque pensó en tí, porque uso su tiempo, planeó algo, hiso algo con sus manos o dijo la palabra correcta en el momento apropiado...solo para tí...todo eso ya está dado e independientemente de lo que hay en la caja ya deberías caer en un éxtasis de felicidad solo por eso.
La persona que recibe un regalo que no le gusta o le decepciona y lo refunde en el closet o en la bodega hasta que es tiempo de tirarlo, regalarlo o reciclarlo se pierde de una magnífica oportunidad de recibir con el corazón algo que le fué dado con el corazón, y usarlo por lo que significa y no por lo que es...cuando me regalan algo no me pongo a pensar en cuanto me conoce esta persona, o qué imagen proyecto en ella basándome en lo que recibí.
Un dato: el trance de felicidad, como todos los trances, dura no más de 3 minutos, hasta que abren el siguiente regalo o prenden la tele o comen o beben algo.
Los buenos regalos siempre quedan en la memoria, mientras que los malos se los lleva el viento
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