5 de septiembre de 2011

Vida casquivana: El tiempo no es eterno

Utilizalo en las cosas que importan

Los tristes acontecimientos del fin de semana recién pasado me han dejado no solo en shock, sino comiéndome la cabeza con toda clase de pensamientos no muy agradables ni mucho menos tranquilizantes respecto de la muerte propia y de las personas que quiero.

No conocía a ninguna de las 21 personas que fallecieron en el accidente, tampoco era fan de Felipe Camiroaga y Roberto Bruce, ni había puesto nunca atención al escuchar el nombre de Felipe Cubillos o del desafío “levantemos Chile” y sin embargo, después de ir escuchando las noticias se me fue instalando la pena en el corazón, pena que no es por ellos ya que soy una convencida de que todos y cada uno de los pasajeros de ese avión están en un lugar mil veces mejor que nosotros, sino por los que dejaron atrás, por sus familiares, amigos, conocidos...y en el caso del equipo de TVN, por todo un país que -viera o no el programa- los lleva en su idiosincrasia.


Seguramente muchas personas se plantearon durante los días pasados el tema de la fragilidad de la vida, ese asunto que siempre las abuelas nos dicen de que uno nunca sabe cuando le toca irse y tiene que estar preparado. Incluso estoy segura de que más de uno llamó a sus padres, familiares, amigos o antiguo amor para decirle “te quiero” o “te extraño” y no es que eso esté mal, es que me da pena y me da rabia que cosas como esta tengan que pasar para que nos demos cuenta (y me incluyo) de las cosas que realmente importan en la vida.

A veces nos pasamos los días, las semanas e incluso meses tan embebidos en el trabajo, en tratar de tener más, de ser más y de sentir menos, que no nos damos cuenta de atrás vamos dejando familia, amigos y afectos que damos por sentado, que pensamos que siempre estarán ahí cuando tengamos el tiempo para volver. Tiempo que puede ser que no tengamos nunca. Una vez leí en algún lado “el tiempo es un recursos no renovable y no recuperable, atesoralo” y sì, pero de nada sirve atesorarlo si no lo dedicas a tus afectos, a las personas que te importan y a las que tú importas también, así como a las cosas que te hacen volver a tu centro, a esa humanidad que con el día a día se nos va desgastando y necesita renovarse.

No lo dejes para mañana, para el fin de semana o para cuando tengas tiempo. El tiempo es ahora, en cualquier 5 minutos que tengas, en lugar de salir a fumar 5 minutos, llama a un amigo, envía un mail a alguien que sabes que espera noticias tuyas, date un regalo respirando profundamente y buscando dentro de tí una sonrisa. No esperes, mira que el tiempo no vuelve.
*Por Mara
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