y viajar y viajar y viajar
Definitivamente es, en el mundo, lo que más me gusta hacer. En la oficina tengo varias fotos, algunas de mis viajes y otras de los lugares que me gustaría visitar. Tengo una lista donde anoto todos los lugares que voy descubriendo y que me parecen interesantes para visitar algún día.
Me gusta también que la gente me cuente de los lugares donde ha estado, es una gran fuente de nutritiva información de datos, picadas, qué es impresindible ver y qué cosa se puede obviar si andas corto de plata o de tiempo.
Y así como hay tantos lugares por visitar hay estilos de viajes y variedad de gustos. Están los que prefieren las grandes ciudades y centros comerciales, otros lo único que quieren es echarse en una reposera frente a un mar color turquesa y solo descansar y están los que quieren conocer, conocer y conocer, recorrer todo lo posible, conocer viejas civilizaciones, culturas milenarias y paisajes sin igual. Debo reconocer, dependiendo de la situación, me identifico como una mezcla de los dos últimos.
Mi amor a viajar hace, lamentablemente, que no me guste mi trabajo, no porque me desagrade lo que hago para ganarme la vida, sino por las limitaciones y restricciones que hay para tomarse unos días de vacaciones... es imposible planificar un viaje con tiempo independiente de la época del año, tampoco es muy factible para agarrar las ofertas de último minuto... así que solo quedan los fines de semana largos (más caros) y seguir soñando con esos largos viajes por Europa o por Oriente.
Los que tienen mi pasión por viajar me entienden, no les parece raro ese deseo o urgencia por viajar, se sienten incómodos cuando ha pasado un tiempo desde el último viaje y todavía no se vislumbra nada en el horizonte, son los que visitan por lo menos una vez a la semana las páginas de viajes buscando datos, ideas y promociones para ajustar el hobby al presupuesto.
En el otro extremo (obvio, siempre hay extremos) están a los que viajar no les motiva para nada, no tienen el bichito de conocer, de salir y explorar. Están inclusos aquellos que el solo hecho pensar en viajar o salir a un lugar desconocido les produce una angustia y estrés monumental.
Bueno, mientras los no-viajeros se quedan en sus casas yo seguiré persiguiendo mi sueño de conocer lugar lejanos, exóticos y antiguos, encontrar playas paradisiacas escondidas y tener las fotos de los mejores paisajes que existen en el mundo.
Por Malú
Y tú?
No hay comentarios:
Publicar un comentario