27 de junio de 2011

Casquivana Viajera: Frutillar para dos

Todo para una escapada romántica
 
El próximo 1 de Julio es mi aniversario de matrimonio con el esclavo y para festejarlo siempre aprovechamos el fin de semana largo del día de San Pedro y San Pablo. Esta vez no fue la excepción y quiero recomendarles un panorama buenísimo para el romance porque acabo de andar por ahí y fue maravilloso!

No se preocupen que no voy a ventilar aquí mis intimidades matrimoniales, solo quiero recomendarles que no hagan caso del invierno, no hagan caso del frío ni de las amenazas de lluvia y vayan a Frutillar a pasar un fin de semana romántico, romántico, romántico!! Casquivn@as, creanme que no hay mayor incentivo para romancear que un paisaje precioso, buena calefacción, comida rica y buenos vinos.

Oferta hotelera hay mucha, de todo para hospedarse desde residenciales, departamentos en arriendo, cabañas y hoteles boutique en esas encantadoras casonas alemanas que hay por todos lados pero si quieren reírse del frío y van en pareja por favor sigan mi consejo y vayan al Hotel Cervería Salzburg. Tiene spa, piscina temperada y tres tinajas de agua caliente que te hacen desconectarte y olvidarte de todo en tres patadas, el precio es buenísimo, y aunque el restaurante no es lo mejor de lo mejor, todo lo demás compensa con creces.

Este fin de semana había casi puras parejas en el hotel, rico porque no había niños dando vueltas ni gritando por ahí. Nos dieron una habitación preciosa con chocolates, flores, champagne y muuuucha privacidad (el hotel es grande y a pesar de que había varias parejas más, no te topabas con nadie en los pasillos ni oías los ruidos a través de las paredes). El servicio también muy bueno, todos preocupados de crear atmósfera romántica, de que tuvieras todo lo que necesitas..etc.

El pronóstico del tiempo decía medio nublado a nublado con posibles chubascos para todo el fin de semana pero tuvimos la suerte de que estuviera equivocado y nos tocaron tres maravillosos días de sol (solo el Lunes a la vuelta estaba nublado) y aunque hacía frío no era nada como para no querer salir. Los paseos al pueblo valieron la pena, porque tengo que aclarar que el hotel no está en Frutillar Bajo, sino a un par de kms. por un camino que desciende a la costanera. Bajar caminando ya es un buen paseo en sí y se puede caminar por toda la costanera, ver las casitas que son preciosas, con los jardines bien cuidados, pasar a alguna de las cafeterías a comer un Kuchen (oh bendinos Kuchenes de Frutillar! me hicieron subir de peso pero valió la pena) o tomar una cerveza.

Dos cosas que no pueden dejar de hacer: comer en el club Alemán una de esas comidas de pareja bien conversadas y disfrutadas (la botella de vino se nos hizo poca, la comida contundente y muy rica) y pasar a comprar en los puestos de artesanías donde hay ponchos, gorros, calcetines y guantes muy lindos y nada caros, nosotros compramos donde una alemana ya de edad que tiene un telar gigante en su tienda y teje mientras te atiende...hace cosas preciosas!

Para terminar el día volvíamos al hotel caminando cuesta arriba con el aliciente de que las tinajas de agua caliente nos estaban esperando con la temperatura perfecta para relajarnos y estar listos para la cena. Eso es vida!! Hagame caso y vayan,  de lo único que se van a arrepentir es de no quedarse alla!

2 comentarios:

  1. Puro romance!!! el sur con sus impresionantes paisajes y su rica comida siempre se presta para eso!!!

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  2. valores ? soy re preguntona, lo siento

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