Al final todos perdimos
Al final se destapó la olla y a nadie le gustó lo que se estaba cocinando: un millonario fraude, friamente calculado por los ejecutivos de La Polar, para encubrir la verdadera situación financiera de la compañía, mejorando los números con prácticas nada de éticas y ganando suculentos bonos como "premio" a su gestión.
Y como era de esperarse ... nadie en el alto mando del directorio sabía nada, de nada, o sea son los tipos con los medios sueldazos, a cargo de dirigir millonarias empresas y cualquiera llega y les cuenta el cuento... no lo creo, es posible que no todos estuvieran al tanto, pero los más involucrados (como el señor Alcalde, que pasó de Gerente General a Presidente del Directorio) demás qeu sabían algo, porque no puede ser que una empresa de inversiones que recién se viene metiendo en el tema se de cuento de cosas que debieran ser más que obvias para gene que lleva tiempo en el circo.
Y al final de cuentas todos perdimos.
Perdió la gente de los segmentos C2 y C4 que se endeudó con la multitienda quienes no miraban el riesgo asociado a los clientes y prestaban a diestra y siniestra para cumplir sus metas de colocaciones a tasas de interés que llegaban al doble de la convencional.
Perdieron los ejecutivos, porque quedaron manchados para siempre, con el agua hasta el cuello por sus malas prácticas.
Perdieron los accionistas de la empresa, o sea, casi todos los chilenos, porque las AFP tenían parte de nuestros ahorros invertidos en la prometedora multitienda y ahora el precio de las acciones está tan bajo que casi se quema en el infierno.
Leyendo un poco la historia que se ha publicado sobre el tema, me doy cuenta que los chilenos no estamos muy preparados para mandarnos solitos, al parecer todavía necesitamos un ojo vigilante sobre nuestras acciones, porque a la menor oportunidad aflora la característica nacional de la pillería y todo se termina arreglando a "la chilena". Y no le vengan a echar la culpa a los incentivos de los ejecutivos, que esa es una práctica más que habitual y orientada al compromiso con los buenos resultados de la empresa, aquí lo que hay es chilenismo puro y del más bajo: "como nadie me vigila, entonces hago unos arreglines a mi favor, sin importar a quién me lleve en el proceso".
Dejo abierta la discusión, para que cada uno opine lo que tenga que opinar, desde su punto de vista particular. Si alguien no tienen muy claro el asunto, les recomiendo que lean el artículo de la revista Capital, está súper educativo y simple (para los que como yo, no cachan mucho de asuntos económicos)
Por Malu
Fraude. Por más que quieran disfrazarlo de otra cosa, eso es fraude, enriquecimiento ilicito y uso de información privilegiada, ya que el año pasado los ejecutivos vendieron sus acciones, no sin antes haber inflado los precios a travéz de falsos balances de ganancia.
ResponderEliminarLo malo? ellos quedan marcados sí, quizás algunos tengan que pagar con carcel, pero los millones y millones que ganaron, nadie se los quita.