San Lunes
Trabajando o desempleada, el fin de semana se extingue a la misma velocidad y el Domingo se convierte en una escalada de melancolía que comienza por ahí de las 5 de la tarde, pensando en el inevitable Lunes.
Cuando despierto el primer día de la semana, sea para ir a trabajar o como ahora, para no hacer nada porque estoy desempleada, mi primer pensamiento es “San Garfield, ¿porqué me has abandonado?” ¿Porqué de nuevo ha llegado el terrorífico Lunes? Estoy segura de que si hiciéramos un concurso de popularidad en los días de la semana, el Lunes se ganaría el premio al más odiado.
Nos pasa a todos, desde niños que no quieren -o de plano no pueden- despertar para ir al colegio hasta la más entusiasta y positiva de las mujeres que ven el Lunes como una nueva oportunidad de empezar cada semana...igual es una lata! Nadie tiene energía para trabajar, todos añoran todavía el fin de semana que terminó en un abrir y cerrar de ojos.
En la oficina todos andan a media máquina hasta después del medio día, la mañana es casi perdida porque entre que llegas, prendes el computador a velocidad de tortuga, te haces el café y te lo tomas con los compañeros comentando las alegrías del fin de semana y quejándote de las vicisitudes del lunes ya se dieron las 10:30. Luego revisas tu listas de pendientes para la semana (no para el día porque ahí te tardas menos) y comienzas a trabajar ya casi a las 12:00 y entonces comienzas a pensar en el almuerzo y en que tienes que volver a la dieta para desintoxicarte de las chanchadas del finde.
Que terrible, lo único que uno quiere es que se termine el dichoso día!. El martes uno ya está como más resignado a que la semana comenzó y toma velocidad de crucero que dura hasta el jueves en la mañana porque por la tarde uno ya está otra vez en modo de FDS.
¿Se le habrá ocurrido a algún gerente de empresa tomar serias medidas para combatir el odio a los Lunes y por lo tanto la baja productividad de los empleados en ese día? Hice una búsqueda rápida en internet y no encontré nada concreto, pero sé que hay empresas que tienen programas de “gimnasia de pausa” para sus empleados contratando a personal especializado en ir a hacer actividades en las que los empleados se diviertan un poco y se sacudan el estrés...pero nada concreto para los Lunes.
Estoy pensando en crear una empresa que se especialice a realizar programas que apunten a este odiado día para ayudar a las personas a que no lo aborrezcan tanto ni le tengan temor. Entre otras cosas, creo que algo que ayudaría mucho sería reunir a los equipos a primera hora de la mañana con un buen café y panecillos o galletas ricas y plantearles el trabajo de la semana, aunque este sea exactamente el mismo que hicieron la semana pasada, es importante comenzar con una buena charla motivacional la semana. Otra cosa que creo que sería aplaudida es que los Lunes la gente entrara más tarde a trabajar...media hora más de sueño podría evitar todos los retrasos y tacos del primer día de la semana.
¿Alguien tiene más ideas? Primero las voy a probar conmigo y si dejo atrás mi odio por los Lunes, que me viene de toda la vida, es prueba de que funcionan! Ya tengo el nombre para mi empresa: “Una vez a la semana!” ¿pegará?
Yo no me decido sí odio más el lunes o el martes, porque aunque el lunes ando con la onda que el con de semana de acabó, ya para el martes como que la energía realmente se me fue y me caigo en cuenta que todavía tengo toda la semana por delante.
ResponderEliminarOdio tanto los lunes que me he llenado de datos inútiles acerca de ello, uno de los que puedo recordar es que Bob Geldof (bueno, un grupo que tenía y se llamaba Boomtown Rats) tenía una canción llamada "I don`t like mondays". La historia trataba de una escolar de dulces 16, que mata a unos compañeros de escuela a sangre fría y su explicación fue...esa misma "I don´t like mondays"
ResponderEliminarUn lunes nunca parte con el mismo lunes. Noooo! es tan odioso, que empieza a asesinar nuestro fin de semana el mismo domingo. Su recuerdo se hace poderoso y de pronto, por más que tratemos de ignorarlo, esta ahí con todas las cosas que debemos hacer y se juntas con las que seguramente dejamos de hacer el viernes, desesperados por el finde...
Es cierto Wilma, los lunes no comienzan los lunes, comienzan los domingos por la tarde...que horror!!!
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