23 de marzo de 2011

Casquivana de noche: Aguafiestas

Cuando se te pasan las copas
 

Nunca falta en el carrete el amigo o amiga que ya pasado de copas se pone pesado y comienza con la cantinela de  “¿somos o no somos amigos?”.

El problema es cuando el personaje en cuestión es siempre el mismo y al resto del grupo ya comienza a darle lata tener que aguantarlo siempre con lo mismo y andar cuidándolo para que no se pase de pastel y cometa alguna imprudencia o tener que quitarle las llaves del auto y arrastrarlo literalmente hasta su cama.
Y si es más de uno, la cosa se pone peor porque por lo general el asunto termina en pelea o de alguna u otra forma el carrete se funa. Lo peor es que al otro día los protagonistas del numerito tienen una caña insoportable y no se acuerdan de sus actos así que actuan como si nada hubiera pasado. Que lata!

A este personaje, se le llama en México “el malacopa”. Los malacopa son aquellas personas (casquivanas o casquivanos) que con un par de tragos están pasandolo genial y se ponen divertidos y hacen que el carrete se prenda porque es imposible no reirte con ellos, pero que al cabo de otro varios tragos más se ponen insoportables, hablan cabezas de pescado, todo les gusta o todo les molesta con igual vehemencia y comienzan a decir tonteras o hacen terapia con el resto de los invitados.

La característica del malacopa es que nadie sabe nunca en qué número de trago va a hacer su aparición porque a veces toman y toman y toman y no se ponen nunca en mala y a veces al segundo trago ya están totalmente transformados y comienza el show.

Otra característica es que no dejan a ningún asistente al carrete libre de su lata. Aunque te sientes lo más alejado posible de ellos, aunque te cambies de grupo cuando esa persona se une a la conversación, igual en algún momento te va a tocar soportarlo y no vas a poder huir.

No es que el malacopa quiera serlo, de verdad! es algo que escapa de su control porque como te lo dije hace rato, ni ellos mismos saben cuando les saldrá el mounstrito de su interior,  así que mi consejo en este tema es que te armes de paciencia, recuerdes las razones por las que el o la malacopa son tus amigos y lo trates con cariño y paciencia, como a un niño de 2 años. Y si ya de plano te molesta mucho, hablalo después, cuando los efectos del alcohol y la resaca hayan pasado...no te garantiza que no volverá a suceder, pero al menos te desahogas y puedes mostrar tu punto de vista a una persona que es tu amiga(o) y además principal afectado de su propios actos.

Ahora, si tú eres la malacopa...bueno, al menos ya te diste cuenta o alguien tuvo la gentileza de decírtelo, así que trata de evitarlo a toda costa. Si ya te sientes muy mareada o te das cuenta de que perdiste el control de lo que dices o haces mete el freno inmediatamente y deja de tomar (esto es, si no quieres ser malacopa, si te da lo mismo dale nomás) y si de verdad te mortifica el tema, dile a alguno de tus amigos de confianza que te diga o te haga una señal cuando comience a emerger el alien y no permita que dejes la embarrada.

Quizás hay momentos en que me ha tocado aguantar un (o una) malacopa, pero ¿les digo la verdad? lo hago calladita y cooperando porque yo también en alguna ocasión lo he sido y otros me han aguantado y tratado con paciencia. Así que piensen en eso la próxima vez que su amiga se les cuelgue del cuello y les diga “¿somos amigas o no somos amigas?”, como decía aquel programa de televisión: Nadie está libre.


1 comentario:

  1. jajaja! tengo un par de amigos que son "malacopa"... y creo que no podría negar que quizás también lo he sido...
    muy buena la reflexión de las copitas de mas... que nunca están de mas...

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