La loca de la casa.
de Rosa Montero
La verdad es que este libro lo elegí porque me sentí plenamente identificada con su título, pero como me sucede con la mayoría de los libros, era totalmente diferente a lo que me imaginaba. Para empezar no hay una historia, al menos no una que tenga un hilo definido en la que haya personajes estables, un principio, una trama, un desarrollo y un final. La autora es lo único omnipresente y omnipotente en el libro.
No les voy a decir quién es en realidad la loca de la casa, pero se llevarán una sorpresa cuando lo lean y al mismo tiempo se darán cuenta de que no les sorprende tanto, al menos a mi me paso eso.
“La loca de la casa” trata de las peripecias de esta escritora española y de cómo poco a poco fué desarrollando un estilo literario a lo largo de su vida, de las personas que le transmitieron sus enseñanzas y de las experiencias que tuvo que pasar para llegar a ser la persona que actualmente es y escribir del modo que lo hace.
Suena como un libro autobiográfico pero no lo es, de hecho es súper divertido porque como dije al principio no hay una sola historia, sino varias que se van entretejiendo a través de las vivencias de la escritora y tan pronto estás en una época y lugar como en otro, con un acompañante diferente y una mentalidad diferente cada vez.
A mi me gustan los libros en lenguaje coloquial, es decir, la persona que escribe como habla, sin grandes espavientos literarios ni palabras “rimbonbantes” y este es un muy buen ejemplo de una escritura sin pretensiones cuya única ambición es la de compartir una experiencia y hacerte pasar un buen rato.
El tono y la fluidez del libro lo convierten en el perfecto compañero en el metro o en el transporte urbano, para esperar en un café o para pasarlo relajada una tarde de domingo porque tiene un ritmo que te hace dejarte llevar por él, sin prisas, sin tener que estar concentrada porque el contenido es gráve o tener que acordarte en qué te quedaste la última vez que leíste porque lo retomaste y no entiendes ni jota.
Se los recomiendo de verdad, por lo menos a mí me encantó tanto que lo leí dos veces, la segunda por pura diversión y para rescatar los detalles que pudieron haberse escapado en la primera leída porque estaba tan enganchada que quería leer más y más. En fin, que cuando llegué al final solté una carcajada y comencé por la página 1 de nuevo.
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