Una amiga partirá pronto a Italia a estudiar cocina e italiano. Se va por 3 meses a un lugar idílico a comer cosas ricas, aprender el idioma mas romántico del mundo y -por si fuera poco- a ver minos ricos todos con complejo de Don Juan que tratarán de conquistarla.
Que envidia!! Ayer en una reunión hablabamos de eso, de saber disfrutar tu juventud y sacarle partido al tiempo que tienes antes de emparejarte seriamente, comenzar a desarrollar tu carrera laboral y endeudarte hasta las patas con el departamento y el auto. O sea, yo entiendo que hay circunstancias que a veces nos obligan a dejar de lado los sueños de juventud y darle duro a la vida o la vida nos da duro a nosotras...pero también creo que cuando eso pasa, más adelante hay un minuto en que todo se puede pausar y una se da el tiempo para replantearse ese sueño o quizás tener uno mejor y cumplirlo.
Otras veces también pasa que tú quieres la torta entera pero solo te puedes comer un trocito (esto de estar a dieta me tiene haciendo analogías muy tontas, perdonen) y te sirve como motivación para no abandonar tu meta...es el método del caballo con la zanahoria (más comida) amarrada a un palo para que siempre la vea a una distancia alcanzable pero no la pueda alcanzar hasta llegar a destino. A lo mejor lo que tú quieres es muy grande, o se contradice con el estílo de vida que tienes ahora pero eso quita que puedas tener pequeñas aproximaciones que te permitan seguir soñando sin salirte de la realidad.
En cualquier caso nunca es tarde para nada, aunque a veces se siente como si ya todas las oportunidades hubieran pasado (o más bien las hubieramos dejado pasar), siempre hay que mantener los ojos bien abiertos y el ingenio listo para atraparlas porque como ya lo dice el viejo y conocido refrán: “lo único que no tiene remedio es la muerte” asi que yo solo muerta voy a dejar de tener sueños y planes alocados. Gracias a Dios me tocó un compañero de ruta que me dice que estoy más loca que una cabra pero jamás ha tratado de meterme en una camisa de fuerza (metafóricamente hablando por supuesto).
Cuando la Caro nos dijo que se va a Italia, la petición generalizada fue que nos trajera un italiano para cada una en su maleta de vuelta pero como nadie estaba dispuesta a pagarle el equipaje extra, llegamos al acuerdo de que al menos subirá fotos a la red para deleitarnos la pupila de vez en cuando y acompañarla en su sentir (aunque eso no creo que lo necesite). Ella está cumpliendo un sueño y espero que lo pase genial, que aprenda mucho, que le quite la honra a más de un italiano guapérrimo y que cuando vuelva nos cuente todas sus aventuritas mientras nos cocina una rica cena al más puro estílo del país de la bota.
¿Ustedes tienen algún sueño loco por ahí que han tenido que postergar, lo abandonaron o siguen en la lucha? ¿Qué están haciendo por cumplirlo?
*Por Mara
Tengo muuuuuchos
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