¿A dónde vamos?
Como la motivación por estos días anda por el suelo, he dejado volar mi imaginación en lo que más me gusta… viajar. Con F tenemos hartas ganas de hacer un viaje largo, que dure por lo menos un mes (nos gustaría más, pero está difícil conseguir tanto permiso) y obviamente a algún destino más allá del burguer de la esquina…
Revisando las opciones, nos dimos cuenta que antes de decidir el “DONDE” hay que dejar claro el “QUÉ” , es decir el QUÉ quieres visitar, QUE cosas te interesa ver y fundamentalmente el QUE tipo de viajero eres.
Porque tipos de viajeros hay tantos como destinos y opciones, tenemos por un lado a los que solo quieren ir y echarse en una playa, los deportistas, los adoradores de las selvas de cemento, los outdoors, los aventureros, los compradores, los apostadores, los que pasean de día, los que recorren de noche, los temerosos de nuevas culturas y los conquistadores.
Obviamente uno puede ir cambiado que tipo de viajero es… depende de tu ánimo, del momento de tu vida y de tantas otras cosas, pero encuentro fundamental que antes de ponerte a planificar hay que tener esto claro, incluso cuando se escoge a los acompañantes, porque si viajas con amigos no importa que tan cercanos sean o cuánto se conozcan… un aventurero no lo pasará bien con alguien que solo quiere dejar que pase el tiempo a la orilla del mar.
Por eso antes de siquiera ponerse a mirar el mapa, mi recomendación es que cada uno defina su QUÉ, de ahí para adelante todo es conversable y negociable, cualquier problema o diferencia de opinión siempre es mejor resolverla ahora que después cuando estén metidos en medio del desierto del Sahara y resulta que tu compañero de viaje anda con una cara de 3 metros por él o ella solo quiere ir de compras a Miami
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