Experiencias Casquivanas: Tu departamento de Soltera

 Todo tuyo!

Estoy sentada en el living vacío del nuevo departamento de mi amiga Isabel porque hoy es su día de mudanza. Todavía no hay mucho que hacer porque tenemos que esperar a que llegue el camión con sus cosas así que mientras, nos sentamos en el piso a mirar las paredes recién pintadas y a imaginar cómo va a quedar todo una vez que terminemos de limpiar, acomodar, decorar y finalmente nos sentemos en el sillón y abramos la botella de champaña para celebrar.

Para casi todo el mundo, la mudanza es un proceso más bien engorroso pero creo que yo he pasado por tantas que estoy acostumbrada y hasta lo disfruto. Y en el caso de armar tu departamento de soltera es aún mejor ya que tienes la oportunidad  de configurar tu propio espacio. Porque admitamos que armarlo en pareja no es nada fácil, sobre todo si el casquivano es de los que tiene que probar mil veces el ángulo perfecto para ver los partidos en el televisor y mide la distancia entre la mesa de centro y el sillón para poder subir cómodamente los pies. Y aunque armarlo con una amiga es un poco menos engorroso, igual es una lata tener que ponerse de acuerdo hasta para comprar el limpiapiés que van a poner a la entrada.

Yo creo que armar tu departamento de soltera es un proceso que tienes que disfrutar y que puedes darte el lujo de ir haciendo de a poco, nadie te presiona para que tengas todo listo y lindo el mismo fin de semana que te mudaste y si quieres puedes usar platos y vasos plásticos durante una semana porque no has encontrado la loza que quieres o cubrir las ventanas del living con papel craft hasta que te entreguen las cortinas.

Lo primero -creo para toda mujer- es la limpieza a fondo. No importa si el depa es nuevo o usado, si te lo entregaron “rechinando de limpio” o más sucio que zona de guerra. Hasta yo que soy casi nula para la limpieza me preocupo de limpiar a fondo porque es como una cosa de comenzar a hacer tuyo el espacio y de sentirte a gusto...sobre todo con el asunto del baño. No se porqué las mujeres somos tan mañosas con el baño; no solo tiene que estar impecable sino que además tienes que haberlo limpiado tú esa primera vez para asegurarte de que se fueron todos los gérmenes de los ocupantes anteriores.

Una vez que ya te abandona el espíritu de la súper nana y tu departamento está resplandeciente, puedes comenzar a acomodar los muebles. Pero asegurate de tener a alguien que te ayude porque mover los sillones de una pared a otra puede resultar una tarea muy agotadora si la haces tú sola. Además siempre conviene tener a alguien que te diga si el cuadro  que estás colgando está derecho y que te detenga cuando ya has puesto tu cama en 10 posiciones diferentes y no puedes decidir cual es la mejor.

Luego viene -al menos para mí- la parte más divertida: cortinas, toallas y decoración en general. Ahí puedes irte al chancho con tus gustos!! Rosados, lilas, floreados... en realidad todo depende de tu onda, romántica, country, minimalista, retro, hiper moderna o seguidora del feng shui; tu departamento es un lienzo en blanco que puedes colorear enteramente a tu antojo y modificar todo lo que sea necesario hasta que llegue ese momento en el que te dejas caer en la cama o en el sillón y estás tan a gusto que ya se siente como tú hogar.

Pero como Roma no se hizo en un día y además los romanos trabajaron arduamente para conformar su impero, yo tengo que dejar el computador de lado e irme a ayudar con la mudanza porque nos acaban de anunciar por el citófono que el camión con los muebles ya llegó. 

*Por Mara