Actitud Casquivana: Introspección

¿Que miras cuando te ves al espejo?

Hoy deperté pensando en mí. Que cliché, pero es la verdad, hoy desperté con tremendo dolor de cabeza (producto de la resaca, debo admitirlo) y el primer pensamiento que se materializó en mi cabeza fue yo misma. El Esclavo Personal está fuera de Santiago así que la cama y los gatos eran para mí sola, no tenía que levantarme a preparar desayuno y tenía todo el tiempo del mundo para mirarme en el espejo de mi propia persona.

Nada peor que despertar un Sábado por la mañana en ánimo introspectivo pero como ultimamente vivo con la filosofia de no luchar contra cosas que no valen la pena y tampoco tenía ganas de arruinarme el día, una vez que abrí la cortina y vi que el día pintaba para estar precioso, volví a la cama, decidí olvidarme del dolor de cabeza y darle rienda suelta a mi Freud interior. Me miré por dentro y dije “Esta soy yo”.

Como seres humanos tendemos a ver primero las cosas que nos gustan de nosotros mismos, primero las físicas que en mí son pocas (la autoestima nunca ha sido mi fuerte) y luego aquellas que no se ven a primera vista y que tienen que ver con el carácter y la forma de ser; esas que nuestros amigos y seres queridos nos dicen que poseemos. A todo esto le damos una revisada rápida porque sabemos que están ahí y que a todo el mundo le gustan, así que no les ponemos mucha atención.

Después, y también por naturaleza humana nos centramos en cada uno de nuestros defectos y los vemos desde todos los ángulos posibles. Este asunto de encontrarnos las pifias es como un placer malsano, que no se si es propio de las mujeres pero creo que sí somos campeonas en eso. Igual que con las cosas buenas, comenzamos -y nos quedamos pegadas muchas veces- con lo físico: inspección detallada desde la punta del dedo gordo hasta las puntas del cabello. Al final nos ponemos calificación y pareciera que la mayor parte del tiempo no pasamos el exámen. ¡Que horror!

Hoy yo traté de ser menos severa conmigo misma porque ya estoy en una edad (en los 20´s, sí como no!) en la que una se acepta y entiende que mientras más te quieras mas te cuidas y mejor te ves y te ven los demás. Ya se que eso suena a spot de televisión de una conocida farmacia Chilena, pero es así! Pase la inspección física pero no la psicológica.

En este punto quedé pegada con el asunto de qué es lo que quiero. Es curioso, yo creo que proyecto eso porque con esto del desempleo todo el mundo me pregunta “¿tú qué quieres hacer?” y siempre me quedo en blanco por unos minutos (la respuesta real siempre viene inmediatamente a mi mente, pero ni siquiera aquí me atrevo a confesarla) y luego contesto lo que debería querer. Si, yo hago eso, ¡yo que vivo quejándome de que la gente cuando la encuestan siempre responde lo que el encuestador quiere escuchar!

Me consuelo cuando mi pequeño angelito imaginario se instala en mi hombro derecho y me dice al oído que quizás todavía no llega el tiempo en el que estoy lista para aceptar lo que soy y lo que quiero por entero, pero luego mi diablito en minitatura viene, se instala en mi hombro izquierdo y me recuerda que puede pasar algo terrible y me quedaré sin tiempo para aceptar -ni hacer- nada. Decido que si ya llegué al punto en que me estoy imaginando diablitos y angelitos tengo que parar. Salgo de la cama y me pongo a hacer terapia de Blog (mi preferida).

¿Ustedes Casquivan@as tienen días en que despiertan introspectivos o soy la única loca? Mientras no lleguen al punto de imaginarse miniaturas en sus hombros, no es tan malo. Que tengan un maravilloso día!

*Por Mara (la introspectiva)