14 de julio de 2011

Vida Casquivana: Señales

¿Crees en el destino?
Esto de la cesantía me tiene mucho tiempo pensando en cosas a las que por lo general no les dedico mas de unos minutos cuando hay tráfico detenido o en la sala de espera del médico. El temita que me trae de un ala los últimos días es de las señales, y no precisamente las de tráfico.  Me refiero a esos detalles a los que a veces ponemos atención y pensamos que nos quieren decir algo más allá de lo evidente.

Como cuando pensamos que todas las fuerzas del universo conspiran para que nosotros vayamos en determinada dirección y no en otra, con la finalidad de que cumpla nuestro destino. Destino...que palabra tan poderosa porque puede ayudarnos o perjudicarnos según el trato que le demos. Uno puede andar por la vida dando palos de ciego porque no sabe cual es su destino, pero tampoco se pone a buscarlo y por el otro lado, hay personas que se la pasan tomando las decisiones equivocadas pensando que su destino es equivocarse todo el tiempo. Pero eso no es todo, también existen aquellas que se sientan en la terraza de su departamento a que su destino les caiga del cielo (casi literalmente) pensando que es inevitable que pase lo que tenga que pasar.

A mi el asunto del destino y las señales como que me confunde un poco. Quiero decir, yo creo definitivamente todo pasa por “algo”, pero ese algo no necesariamente es único, irrepetible e inevitable. ¿Me explico? Entonces viene el tema de las señales, que serían sutíles indicadores de que hay que cambiar de rumbo, o tomar la derecha en lugar de la izquierda, o dejarlo todo y volver a empezar, y que a veces las vemos y a veces se nos pasan de largo.

Profesionalmente hablando, en cuanto a este tema en la escuela nos enseñaron que hay dos tipo de personalidades: las de locus de control interno y las de locus de control externo. Las primeras creen que todos los acontecimiento de su vida están controlados por ellos mismos a través de las decisiones que toman y las segundas creen que no importa qué decisión tomen, las cosas dependen del destino, de Dios, el horóscopo, la cábala o cualquier otra cosa externa en la que tengan fé. Bueno, yo soy de las que cree en el destino pero también creo en nuestra capacidad de modificarlo.

Sin entrar a discusiones de que entonces el destino no es el destino porque el destino siempre se cumple y bla, bla, bla, a mi me gustaría creer (porque ya lo pienso, pero no lo creo, creo todavía) que tengo un destino, una finalidad que a lo mejor ya cumplí en esta vida o que me falta cumplir, pero tiene que haber un motivo para que uno recorra el camino por el que transita no? No puede ser que nos pongan en esta vida para nacer, comer, vivir, cagar, tener sexo y morir.

En el punto y posición en los que estoy ahora soy inmensamente feliz...podría decirse que ese es mi destino? (es interrogante) y si llegué a él de la forma mas difícil posible, me pregunto si hubo otra forma (más fácil) de llegar al mismo lugar, tiempo y espacio.

¿Y qué pasa si ignoré todas las señales? ¿si me pasé todos signos de ALTO? ¿qué pasa si en cada bifurcación del camino tomé la izquierda en lugar de la derecha y terminé en otro lado? ¿sería mi destino entonces terminar en otro lado? ¿Alguien puede perderse de su destino? ¿Se puede cumplir el destino aún perdiendose? ¿No será parte del destino poder manipular nuestro destino?
*Por Mara (la pitonisa).

1 comentario:

  1. Las mismas preguntas me las hecho más de alguna vez. Ojalá tuvieramos las respuestas!

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