En un dos por tres!
Hacerle pequeños cambios a tu espacio cuando tienes poca plata es posible, es cuestión de usar tu creatividad y poner manos a la obra, aprovechando las cosas que ya tienes y adaptándolas a otras que puedes comprar a bajo precio o conseguirte con las amigas.
Y es que el cambio siempre es bienvenido, especialmente en los espacios en los que pasas mucho tiempo como tu pieza o tu living. A veces tu ánimo puede depender de eso ya que no es lo mismo tirarse en un sillón manchado o roto que en uno lindo y que de entrada se vea cómodo...o despertar en una habitación mal iluminada o con colores tan apagados que no ayudan en nada al ánimo mañanero.
Lo primero en lo que hay que fijarse es en la distribución de los muebles. En mi caso mi depa es tan chiquitito que permite solo dos distribuciones diferentes, así que tratamos de alternarlas de vez en cuando para no aburrirnos. Pero si tú tienes muchas alternativas hay que tener en cuenta un punto muy importante: la luz del sol. Aprovechala de la mejor manera para que la habitación esté bien iluminada y dependiendo de si es invierno o verano puedas temperarla como mejor te convenga.
Una vez que ya tienes los muebles en su lugar, el siguiente paso es mirar los colores. Siempre dicen que los colores definen tu personalidad y eso solo apoya la teoría de que la personalidad va cambiando con el tiempo y es completamente dependiente de las circunstancias. Yo he pasado por varias etapas, desde el rosado pálido hasta el rojo furioso y el naranjo con amarillo, siempre súper intensa. Pero ahora me estoy inclinando por los beiges como base y los estoy combinando con morados y mostazas en pequeñas porciones para dar un poco de color sin ser tan atosigante. Obviamente la elección de colores tiene que ver con el ánimo y el tono que le quieres dar a la habitación. Si es tu pieza probablemente quieras transformarla en un lugar que te provoque el descanso y la relajación, así que deberías optar por colores neutros o en tonalidades pasteles que te permitan crear cierta atmósfera de bajas revoluciones.
Tomadas esas dos decisiones (ubicación y colores) ahí es donde tienes que explotar todas tus habilidades creativas y primero fijarte qué es lo que ya tienes y que puedes reutilizar, qué puedes transformar en cosas que quieres y que tendrás que comprar y cúanto te va a costar. Por ejemplo, si es para el living, una colcha linda o unas sábanas con diseño original pueden servir para cubrir los sillones y aprovechas la tela de unos jeans viejos o unas poleras con diseño para hacer unos cojines que combinen. Incluso una de esas alfombras hippies que son ligeras y baratas te puede servir como cabecera para tu cama, usar palets de madera como mesa de centro o unos veladores hechos por tí misma...a veces cambiar la tela de las pantallas en las lámparas ya te cambia completamente una habitación.
Es cosa de echar a volar tu imaginación y gastar poca plata. Lo mejor de todo es que puedes hacerlo cuantas veces quieras! Si te aburre al cabo de unos meses vuelves a empezar y puedes imprimirle tu propio sello a esos espacios en los que pasas más tiempo. Así que manos a la obra!
*Por Mara
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