¿Año nuevo, vida nueva?
Esta mañana mientras los pajaritos mañaneros y yo nos servíamos el primer café del día (nos bauticé con ese nombre porque llegamos todos a la misma hora, mucho antes de la hora de entrada y nos reunimos como pajaritos en torno al hervidor) algunos comentaban lo cansados que están, lo larga que ha sido la última semana del año y las ansias que ya tenemos todos para que comience el 2012.
Uno de los pajaritos dijo que aunque todavía no se tomará vacaciones, igual siente que con el primer día del año como que el cuerpo renueva fuerzas y afronta las cosas de otra manera. Estuvimos comentando un rato sobre eso (total, quedaban 15 minutos para la hora de entrada) y sorbiendo café hasta que alguien sacó a manera de conclusión la ya muy conocida frase: “Año nuevo, vida nueva”. Yo pensé: ¿será?.
Pues parece que algo así...resulta que la mayoría de la gente se toma el primer día del año no solo para recuperarse de la resaca producida por la noche anterior, sino también para hacer una serie de compromisos que supuestamente cumplirán durante el año y que van desde cosas muy sencillas como por ejemplo “no dejar tirados los zapatos en la puerta de entrada” pasando por las más comunes como “voy a comenzar a hacer ejercicio y llevar una vida más sana” y terminando en verdaderas proezas de todos los tipos, como “voy a escalar el everets antes de que termine el año” (dicho por alguien que en su vida ha subido ni siquiera una lomita).
Estamos hablando de los consabidos “Propósitos de año nuevo”: una serie de promesas que nos hacemos a nosotros mismos o a terceros, la mayor parte de las veces con el firme convencimiento de que las cumpliremos (o al menos la intención).
¿Ustedes tienen propósitos de año nuevo? Yo la verdad es que nunca me he dado el tiempo de hacer una lista y guardarla en mi billetera pero conozco gente a la que le funciona hacer eso, o pegarlas en la puerta del refrigerador...tengo una amiga que los tenía pegados en el espejo de su baño y todas las mañanas y todas las noches, mientras se lavaba los dientes los repetía. También le funcionó. Yo soy tan obsesiva que creo que si lo intentara, terminaría haciendo un calendario de metas, fechas “de entrega”, objetivos medibles y planes de mejora para cada propósito. ¡Que agotadora soy!
Ya pero en serio, les propongo que este año en lugar de hacer propósitos hagan promesas, porque la palabra propósito significa un intento, una intención que con solo tratar ya queda cumplido, en cambio las promesas se cumplen. Ah! y otra cosa que les propongo es que compartan sus promesas, porque mucha gente que conozco las escribe en un papel pero no se las dice a nadie, de esa manera, si no las cumple nadie puede reclamarle...solo se engañan a sí mismos.
Así que todavía están a tiempo de formular sus promesas de año nuevo. Pueden comenzar a compartirlas aquí!!
*Por Mara
