Playas, playas y más playas
Si eres fanátic@ del sol, el mar y la arena y eso de las grandes ciudades y multitudes no va contigo, este es un destino totalmente a tu medida. Estuve ahí el fin de semana largo que recién pasó y esto es lo que tengo para contarles.
Búzios es un poblado 100% vacacional-playero, es decir, su principal y único atractivo son sus veintitantas playas, unas grandes y extensas, otras más pequeñas y otras casi inaccesibles a las que solo se puede llegar contratando un taxi acuático, se hizo famoso cuando Brigitte Bardot se instaló en sus costas. Con sus arenas amarillas y sus aguas verdizaules hay para todos los gustos. Búzios me dio una idea entre Zapallar y Pichilemu, por ese aire de pueblo top rústico y bien cuidado.
En Búzios casi no hay gringos ni europeos, la mayoría de los turistas son brasileños propiamente tales, argentinos (muchos) y otra pequeña porción de chilenos, se podría decir entonces que el idioma oficial es el “portuñol”.
Para los que no quieran estar todo el día en la playa está la alternativa de los paseos en escuna (tipo de barco) que recorren por mar las playas del lado norte de la península (dura dos horas y media, puedes contratarlo en la posada o ir directamente al muelle y subirte si hay espacio), hay otra empresa que hace paseos más largos por los dos lados de la península, este paseo dura toda la mañana (pregunten en Mister Tours) y tienes la posibilidad de hacer snorkel en algunas de las paradas.
Otro imperdible (todo el mundo lo recomienda, y obvio que lo hice) es el paseo a Cabo Frio y Arraial do Cabo, estas son ciudades cercanas a Búzios que tienen la característica de tener aguas más claras y arenas ultrablancas (arena que además tiene la gracia de no calentarse). Este también es un paseo en escuna y al igual que el de las playas de Búzios, tiene incluido el suministro de caipiriñas durante el paseo.
Para los que buscan algo de Shopping y gastronomía, la Rus das Pedras (por la noche paseo peatonal) y sus calles aledañas reúnen todo el comercio de Búzios, con muchas tiendas y restaurantes. Aquí no hay para qué apurarse, las tiendas cierran bien tarde en la noche. Para comer, si no te puedes decir, recomiendo los “buffet a kilo”, estos lugares no son tenedor libre, pero tienen un buffet de comida donde tú te sirves y después pesas tu plato (recomendado como una buena opción y al alcance de todos los bolsillos).
Por estar en Brasil, la mayoría de la gente piensa que Búzios tiene playas de aguas a temperatura tropical, pero esto no es así, el agua no es tibia como en el caribe o el mediterráneo, sino que es más fría, no tanto como en las costas de la zona central de Chile, pero no esperen entrar al mar y sentir la misma temperatura exterior.
Yo recomiendo Búzios para los que buscan un lugar de descanso, para ir a tirarse en la arena y no congelarse el mar. Los que estén pensando en ir tengan en mente que el día de ida y el de vuelta es perdido, ya que aunque Búzios queda más o menos a unos 180-200 km de Río de Janeiro, el viaje desde el aeropuerto dura como unas 3 horas (con una parada obligatoria para los transportes turísticos que hacen el traslado a la mitad de la ruta), si llegas en horario peak esto puede tomar más tiempo por los tacos a la salida de Rio y para la vuelta te pasan a buscar unas 7 horas antes de que salga tu vuelo, así que no cuenten con esos dos días.
Por Malú
