27 de enero de 2012

Anécdotas casquivanas: Ascensor

Al rescate de la damisela en apuros

Anoche cuando volvía del Aquelarre mensual, a F se le ocurre que vayamos a darle un “paseo nocturno” a la cachorra y aunque yo ya casi estaba en pijama la idea no me pareció nada de mal, eso de las caminatas nocturnas por la ciudad, cuando todo está más tranquilo y fresco siempre me han gustado.

Así que me cambié de ropa (nada que ver salir en pijama), le pusimos el arnés a la cachorra y salimos del depto camino al paseo nocturno, nos metimos en el ascensor y apretamos el 1 (vivivmos en el piso 7), el ascensor se puso en marcha y nosotros empezamos a contarnos nuestro día… en eso estábamos cuando de repente algo llamó nuestra atención, nos miramos, miramos la pantallita que indica el número del piso… ya estábamos en el 1 y las puertas no se habrían!!

Debo reconocer que era mi primera vez… de quedarme encerrada en un ascensor.

Mal… apretamos los botones de abrir, de cerrar e incluso de los otros pisos y nada pasaba… así que no quedó otra que llamar al conserje para informar del cambio en nuestro estado: de almas libres a cautivos en metro cuadrado.

El conserje se demoraba un poco en contestar, ambos nos llevamos las manos a los bolsillos… habíamos dejado los celus en la casa… buu.. . no podríamos contarle al mundo nuestra situación actual, pero bueno…

En eso, después de seguir insistiendo con el conserje finalmente nos contestó, informé de nuestra situación y rápidamente enviaron a alguien a desconectar el ascensor y abrir las puertas en forma manual.

Pero eso de rápidamente no era “tan rápido” y el simpático conserje que estaba de turno se dedicó casi todo el rato a darme palabras de aliento y transmitirme tranquilidad… seguramente pensó que en cualquier momento entraba en pánico y la angustia se iba a apoderar de mí y no paraba de decir que tenía que “estar tranquilita”, que ya iban a mi rescate, que todo estaba bien, que lo importante era que ellos sabían donde estaba y que estaba en el primer piso, que eso era bueno y otras cosas por el estilo que amablemente y preocupadamente no paraba de repetir (yo creo que él si estaba algo asustado).

Yo de asustada o angustiada nada, lo que el conserje no sabía al principio era que yo estaba con F y que mientras él (el conserje) se esforzaba en transmitirme tranquilidad, F hacía gestos de ahogo y desesperación cual loca encerrada al punto que tuve que apretarme la guata y contener las risotadas para que no pensara que me estaba riendo de él…entre comentarios de que deberían poner minibares en los ascensores para ser usados en casos de emergencias como éstos… Finalmente al cabo de unos minutos se abrieron las puertas y pudimos realizar el paseo nocturno.

A pesar de que para nosotros el momento fue más cómico que trágico por las intervenciones de F (uf! .. menos mal porque si no habría desesperado de aburrimiento), hay veces que en quedarse encerrado en el ascensor no es tan agradable, incluso siendo incómodo… se imaginan quedarse encerrados en un ascensor lleno de gente con tu jefe delante???

Los invito a contar sus experiencias de encierro!!!.. alguna anécdota??? Eres de los claustrofóbicos???

Por Malú
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