en sus marcas...listos, fuera!
Si, ya se que los tengo medio chatos con eso del trote y andar a las carreras, pero no voy a hablar de eso. De lo que quiero conversar hoy es de ese extraño -pero muy frecuente- fenómeno que se puede observar en las féminas chilenas justo los días posteriores a las fiestas dieciocheras y que comienza como un rumor como de zumbido de abejas que suena en el aire y que dice “el lunes comienzo la dieta”, “desde hoy vuelvo a hacer ejercicio”, “ùltimo postre del año”. Este rumor que va dejando extrañas voces en el viento, da paso a un comportamiento distintivamente femenino: decir “no”.
¿Todavía no saben de qué les hablo? vayan a sentarse al restaurante o café más cercano y observen las mesas donde hay mujeres ¿qué hay en la mesa? bebidas light o vasos con agua gasificada y una rodaja de limón, cuando mucho una copa de champaña, ensaladas sin aderezo con quesillo o pollo asado y ¡ni hablar del postre! Ni un solo pastelito, nada de helados ni de galletas o chocolates. ¿Saben porqué? pues porque la cuenta regresiva para el verano ya comenzó, y con ella la obsesión por los kilos, el bikini, el bronceado y la baja de peso.
Y como yo no soy inmune a esta fiebre de veraneo pues estoy en la misma, haciendo dieta y ejercicio porque hace mucho que dejé de creer en los “remedios mágicos” para bajar de peso y mantenerme sana. La verdad sea dicha, yo creo que muchas mujeres ya estamos programadas cerebral y anímicamente para este advenimiento temprano del verano y tenemos rituales que podría parecer que la naturaleza los ha fijado en nuestra genética tal como los cambios de color en el camaleón o el gusanito que se convierte en mariposa.
Pero ojalá nuestros procesos fueran tan simples como los de las mariposas...hay que ver que las mujeres sufrimos todos los entuertos del mundo con algo tan sencillo y maravilloso como el comienzo del verano. A nosotras nos invitan a la piscina o a la playa y hay como mil cosas que tenemos que pensar antes de decir que sí, las primeras 6 o 7 son: ¿me queda el bikini? ¿tengo pareo? no puedo ir sin pareo porque se me ve la celulitis, pucha, se me asoma la guata! a pura agua toda la semana, tengo que pedir hora para la depilación porque me salieron tres pelos en la pierna por detrás de las rodillas y se ven horribles, pedicure, como voy a a andar por la arena con estos pies de pordiosera y las uñas sin pintar, bronceado falso porque estoy más blanca que pantruca...y suma y sigue! Podemos pasar semanas preparandonos para la ocasión.
En cambio, inviten al casquivano de turno a la piscina y lo único que tendrá que consultar es la hora del partido de futbol (para no perderselo) y si acaso preguntará quién va a llevar la cerveza. Ese día se va a levantar, va a ponerse el short o bermuda que encuentre (de seguro es el que lleva más de 2 o 3 años con él y está todo deslavado), las chalas de condorito y una polera X. ¿Qué le importan la guata, la celulitis y mucho menos los pelos? ¡Nada! Si es un tipo con un poco más de conciencia se acordará de llevar una toalla y bloqueador solar...con suerte!
Pero desgraciadamente así es la cosa...y sea o no sea justo, la verdad es que por lo menos yo, no soportaría andar en la playa o la piscina con las piernas peludas, el short todo aguado, y mostrando la guata. Prefiero comenzar la cuenta regresiva para el verano y recordar -cuando me veo al espejo- lo maravilloso que es ser mujer...con todo y sus complicaciones!
*Por Mara