Uso y abuso
Ayer
leí en el diario que las familias del quintil más bajo utilizan casi el 90% de
sus ingresos en transporte y ese transporte es una mierda.
Después
de 15 días laborales usándolo sin falta dos veces al día por un recorrido de no
más de 3 kms que dura casi 25 minutos de ida y otros de vuelta, puedo decir con
toda certeza: El transantiago es una mierda.
Y eso que yo solo lo uso por ese breve periodo
de tiempo, en horas decentes…no me imagino como será para las personas que
tienen que hacer recorridos de 1 o 2 horas arriba de esos buses, o
que tienen que ir “ensardinados” en el metro, que salen de su casa a las 6 de la
mañana para llegar a sus trabajos a las 8 con suerte, y que de vuelta llegan a
sus casas a las 10 de la noche sin otro anhelo que dormir bien para comenzar de
nuevo el calvario al día siguiente.
Pueden
llamarme exagerada si quieren, no pretendo que mi verdad sea la verdad
absoluta, pero estoy segura de que varios estarán de acuerdo conmigo cuando
repito que el transantiago es una mierda.
Yo
no se si mejoró o empeoró la cosa con respecto a las micros amarillas porque no llegué a usarlas, aunque me he
subido a algunas “enchuladas” y la verdad es que prefiero las nuevas, en esas
al menos no me siento como si fuera en transporte de ganado. No sé si es culpa del actual gobierno, o del
ministerio de transportes, o de Lagos o de Bachelet, no me interesa encontrar
culpables, pero el hecho es que el transantiago es una mierda.
Y
por si no apestara lo suficiente, es una mierda por la que pagamos de una
manera u otra, usuarios o no, todos los chilenos (y no chilenos, que como yo,
pagan impuestos).
Que no venga a decirme
el ministro de Transporte que si no fuera por el subsidio, el pasaje costaría
900 pesos. Ya es un robo descarado que cobren lo que cobran por un servicio tan malo…y no crero que falte mucho tiempo para llegar a ese precio.
¿Alguien tiene algo que decir en favor del transantiago? Yo hoy me pasé al lado oscuro y no pude pensar en nada que no fuera apestoso, asqueroso, pegajoso y color café...ya saben qué es.
Por Mara