9 de junio de 2012

Matinales

El despertar de Chile
 

Con mi nuevo horario de trabajo me doy el lujo de ver el comienzo de todos los matinales y como a esa hora estoy desayunando hago zapping a mi antojo por los programas que comienzan la mañana de los chilenos. Bueno, eso es un decir porque gran parte de ellos a esa hora ya están fuera de sus casas y no pueden ver tele. El asunto es que ellos mismos se promocionan como la fórmula perfecta para comenzar el día con buen humor, con energía y ánimo. 

El problema es que utimamente -o quizás ya hace tiempo pero yo no los había visto- les ha dado por comenzar con la nota más amarillista que encuentran. A las 8 de la mañana en punto usted puede ver a Javiera Contador adentro de una casa que se ha inundado de aguas servidas y entrevistando a una pobre señora inválida que vive ahí. Al día siguiente está Karen Doggenweiler en el metro baquedano entrevistando gente sobre el colapso del metro y en el otro canal están dando una nota sobre un hombre que con una escopeta mató a su vecino por quien sabe qué cosa... Y así es todos los días.
Por un lado igual entiendo que quieran posicionarse como programas cercanos a la gente; después de todo es la nueva moda televisiva. Ya no existe aquello de que la televisión es glamour y todo estrellas, ahora todo en la tele es como y para la señora Juanita, su hija Juanita chica y el Juan Junior y cuanto más "real" sea todo, más gente se siente identificada y siente que la toman en cuenta y que lo hacen por ayudar. Ojalá fuera así.

Porque lo cierto es que el otro lado de la moneda es el menos brillante, tirando a opaco. A la televisión en sí, poco la importa que la gente esté hasta las rodillas con aguas servidas, que el metro colapse por cuarta vez en una semana o que la gente de la pintana se mate a balazos todos los días. Me refiero a los ejecutivos, a los dioses del rating, a los que firman los papeles y ponen la plata. Esos lo único que quieren es plata de vuelta, y solo la consiguen si la gente ve su programa, y la gente solo ve su programa si lo siente cercano. Entonces, hay que darles pan y circo...esa fórmula funciona perfectamente desde el principio de los tiempos.

Otra cosa son los conductores, noteros, camarógrafos y gente de producción afuera. Yo creo que en la mayoría de los casos sí se preocupan y están concientes, pero la verdad es que siento que se están pasando de la raya con el amarillismo...es demasiado y parece que ellos también ya están comenzando a resentirlo.

Me tocó ver el jueves o miercoles que TVN comenzó el "Buenos días a todos" con una nota desde la casa de María del Pilar Perez, donde mostraban cómo estaba el inmueble y el notero decía a cada rato cosas como "desde esta ventana miraba la Quintrala hacia la calle mientras hacía su macabro plan" o "en esta habitación María del Pilar planeó los asesinatos de su esposo y el amante de este" y luego entraba a una habitación y decía que se sentían las malas vibras y hasta presencias y puras cosas así y Mónica Pérez (que estaba en el estudio del BDaT) comenzó a decirle primero suavecito que no dijera eso, que la casa tenía que ser rematada para que las victimas tuvieran su indemnización, que la casa era muy linda, bien ubicada...y un dos por tres la hicieron callar, volvieron a poner la nota grabada (esa es otra práctica que me repatea: comienzan con una nota de 10 minutos, hablan 5 minutos y vuelven a poner la misma nota otros 10 minutos...eso ya es media hora de pura estúpiez).

En fin, así está la cosa con los matinales...¿tiene arreglo? no sé, ¿a ustedes les gustan? ¿los ven? ¿preferirían ver otra cosa a esa hora de la mañana? ¿serán que siempre han sido así y yo no me había dado cuenta?
*Por Mara



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