Castigados por mal comportamiento... sin permiso para salir a jugar a la pelota en Venezuela
Ayer me quedé en la casa luchando por no resfriarme (la lucha consistía básicamente en no exponerme al frío ni al aire acondicionado) y aprovechando el descanso a media semana me desconecté del mundo, así que imagínense mi cara cuando abro el diario esta mañana y lo primero que leo son las palabras: MERGINADOS, SELECCIÓN y CARRETE.
Otra vez??? No puede ser… Ahora los protagonistas de la vergüenza nacional eran Gary Medel y Eduardo Vargas… ehhh… Medel no estaba en recuperación???? … plop! y no era que Vargas lo único que quería era jugar porque no ha tenido una gran participación en su club y necesita la vitrina…?
No lo entiendo, la vez anterior, cuando fue el bautizazo, todo el plantel se había molestado con los involucrados (ni que decir de la opinión del resto de los chilenos), repudiado la actitud poco profesional de sus compañeros y bla bla bla…. Y ahora los mismos que antes hablaban en contra de este tipo de actitudes tropiezan con la misma piedra dejada por sus colegas.
El fútbol en este país, como es un deporte tan masivo, convierte a sus jugadores en estrellas deslumbrantes, pero parece que tanto brillo termina por cegar a algunos y se les olvida que correr detrás de la pelotita es su trabajo, que les pagan por ello y que no cuidarse y vivir de fiesta en fiesta al final les pasa la cuenta…
Podríamos decir que nuestros futbolistas (no todos, pero esto ya es tan habitual que terminan cayendo todos dentro del mismo saco) son como los Canitrot de La Oficina (ya.. ok, se me cayó un poco el carnet.. y qué?).
Y así seguimos, tal vez deberíamos cambiarle el apodo a nuestra selección por ”Los Marginados” o “Los reincidentes” o “Los que nunca aprenden”, porque basta con que se perdone a uno y empiecen las conversaciones con otros para que vuelvan para que otro pastel salga a escena … ¿se turnarán?
Como dice el dicho “lo comido y lo bailado (y lo tomado) no se los quita nadie”, total se van un rato al rincón de los castigados para volver después en gloria y majestad, tratados como dioses salvadores del fútbol chileno…
Por Malú
