1 de febrero de 2012

Casquivana aventurera: Parapente

El arte de volar


El deseo de volar está en todos nosotros, incluso en aquellos que le temen a los aviones y que dicen necesitar tierra firme bajo sus pies para desplazarse de un lugar a otro. Ojo, no confundan el miedo  a hacer algo con el no querer hacerlo, son cosas totalmente distintas.

La sensación de libertad absoluta, el estar rodeado de nada más que aire y suspendido en algún punto entre la tierra y el cielo, es algo que el hombre a perseguido desde los tiempos de Ícaro. Envidiamos a las aves por su capacidad para volar más que a la tipa regia que no necesita ir al gimnasio para tener un cuerpo de diosa.

Un alternativa que recomiendo probar a todos aquellos que se atreven a vencer el miedo de no tener nada bajo los pies es el parapente, una actividad que no tiene nada de saltos al vacío ni debes preocuparte de la presión atmosférica ni de manejar un complejo equipo, es como un paseo de siéntate y disfruta.

Fuimos con F hace un par de semanas atrás, cuando volví de mis vacaciones. Dejamos todo arreglado como un mes antes, para poder acomodar la promo que compramos de Parapente Chile a nuestra “apretada agenda”.

El día y a la hora señalada nos dirigimos hacia un sector cercano a las Vizcachas desde donde se hacían los vuelos. Tuvimos que esperar eso sí un poco, porque la cosa era por orden de peso.. o sea… los más entraditos en carne volaban primero y los más flacos y esbeltos (como nosotros…wuajajaja) vuelan más hacia el atardecer, por un tema de los vientos según nos explicaron.

Al final llegó nuestro turno, nos pusieron el arnés y enganchado cada uno a su instructor, sin darnos cuenta de cuándo ni como, nuestros pies ya estaban en el aire y tuvimos uno de los paseos de nuestras vidas!!!  Después de unos veinte minutos, que nos parecieron cinco, aterrizamos sanos y salvos y súper contentos, seguros que volveremos a repetir la experiencia.

De seguro más de alguien está pensando en lo horrible que debe ser estar suspendido en el aire sintiendo que caes al vacío, NADA QUE VER! Todo el tiempo siente que la vela (el parapente) te tira hacia arriba y en ningún instante te da la sensación de que vas cayendo, es más solo te das cuenta que se inició el descenso porque empiezas a ver más cerca lo que está abajo.

Resumiendo:
PARAPENTE : Recomendación casquivana del 100% para una experiencia única y diferente

Por Malú
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