3 de julio de 2012

Chile, paraíso perdido

O desperdiciado…?
Esta es mi crítica al sector turístico chileno
Hace un par de semanas estábamos con F y una pareja de amigos tratando de ponernos de acuerdo para hacer un viaje de fin de semana juntos. Pensamos en ir a Brasil, pero los tiempos de viaje hacían que la estadía fuera lo mismo que ir a dar una vuelta a la esquina, después pensamos en Buenos Aires, pero los precios para luego ya estaban por las nubes.

Entonces pensamos en algo más cerca e ilusamente más barato dentro de Chile y ahí fue imposible llegar a un acuerdo. Y es que la relación precio-calidad que se encuentra en nuestro país tiene una diferencia abismante con lo que puedes encontrar por el mismo (o menor) precio en el extranjero y es una diferencia que por clima (invierno… alta probabilidad de lluvia) y tiempo al final no estábamos dispuestos a pagar.

Y es que la bendición de Chile (diversidad de paisajes y climas dada por su extensión territorial) es también su maldición: grandes distancias y centralismo. Situación que hace pensar que sólo los más osados, con mochila al hombro pueden recorrer y descubrir.

Los centros turísticos de Chile están llenos de cabañas (donde la parte de descansar, no cocinar ni ordenar y que otro se encargue de hacer la cama queda fuera del juego), cuesta mucho encontrar un hotel a un precio decente, porque o pagas los altos precios de los hotel-casino-spa o te arriesgas a la pulmonía de tu vida durmiendo en lugares donde la humedad es casi la anfitriona vitalicia, mención aparte la de los antiguos cubrecamas floreados que de solo verlos te dan ganas de salir corriendo.

El otro gran desafío se presenta cuando, ya decidida a lanzarte a la aventura, empiezas a buscar información sobre el lugar: qué ver, qué hacer, qué mirar, dónde comer, etc… Generalmente te topas con una pared de desinformación, sitios web con descripciones que más parecen sacadas de un aburrido libro de geografía que la motivante invitación que uno espera recibir para conocer un lugar,  con buenos datos, con información útil (en este punto debo decir la mejor opción ha sido mirar Google Earth…).

Otro gran problema que enfrentamos es el terror de los parques nacionales, reservas y otras cosas por el estilo. Una vez que ya pasaste por los tres destinos principales: Torres del Paine, Rapa Nui y San Pedro de Atacama donde son las comunidades locales las que están más involucradas en su manejo y conservación, el resto está más a la buena de Dios que al cuidado de alguna entidad… puedes llamarte afortunado si encuentras a alguien en la caseta de la entrada del parque.

Haciendo el cuento corto, el fin de semana con F vimos cómo se desperdiciaban las mejores playas de Chile (ya se viene el post con la reseña), cómo los altos precios y la baja calidad hacían que hasta perdiéramos el apetito y la falta de infraestructura básica amenazaba con convertir esos lugares (que se están empezando a dar a conocer) en un verdadero basural y baño público.

¿Qué me gustaría ver?

Buena y actualizada información, no sólo de los tres íconos que menciono arriba, sino que del resto del país también. Es un horror navegar por los varios portales web que han nacido de la asociación de empresarios turísticos locales (bien al menos por la iniciativa), pero que definitivamente están mal asesorados en cuanto a contenido y estética

Servicios básicos decentes en los lugares de interés y que funcionen todo el año, no solo durante los meses de Enero y Febrero, nada más desmotivante que encontrarte con verdaderos pueblos fantasmas o con baños cerrados por estar fuera de temporada, con esos carteles o mapas informativos que están azules de tanta exposición a la intemperie.

Creo que con eso se puede partir, lo demás vendrá por añadidura, cuando la gente empiece a aparecerse por ahí, saldrán a la luz opciones de alojamiento para todos los bolsillos, transporte adecuado, restaurantes y tiendas locales (obvio que cuidando el medio ambiente, porque si no, no nos va a durar mucho el paraíso).

De seguro alguien con visión y corazón por el tema debe darse una vuelta por el país, y hacer un plan general compuesto a su vez por planes locales de desarrollo, para orientar inversiones y políticas públicas al respecto (me ofrezco), alguien también debe salir a mostrarnos más allá de las fronteras (entiendo que se hace, pero en este momento a parte de una bonita foto tenemos bien poco que ofrecer, igual también me ofrezco).

Chile vive actualmente del cobre… pero creo que también podemos vivir de algo más que hacer hoyos en la tierra.
Por Malú
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