28 de agosto de 2012

Las malditas/benditas pastillas anticonceptivas


Relación Esquizofrénica


La verdad es que las odio, me cargaaaaan, me repatean hasta lo más profundo de mi ser pero no puedo vivir sin ellas. Y no es que esté confensando mi adicción a los cuatro vientos, tampoco algún tipo de dependencia...aunque sí, en cierta forma creo que dependo de ellas porque no puedo dejarlas. ¡Son las malditas pastillas anticonceptivas!

Llevo miles de años tomándolas...o bueno, así se siente, como si llevara miles de millones de años y aunque he pasado de unas a otras y a otras, siempre termino odiándolas. El asunto es que cuando una decide -como yo- no tener hijos, las pastillas son lo único que te mantiene más o menos segura.

Independientemente de los mitos o realidades que siempre se mencionan en este tema, la verdad es que nunca he escuchado a una mujer decir que está 100% feliz con ellas. Y aunque varias amigas han cambiado de método anticonceptivo, tampoco están dando saltos de felicidad con las nuevas maravillas anticonceptivas.

Entonces ¿Qué nos queda? ¿Aguantar? ¿Seguir buscando? ¿Utilizar el método Billings? ¿Llamar a Super Man? ¿Abstinencia es la clave? No lo sé, pero sigo en la búsqueda, porque no creo que pueda permanecer sana mentalmente con esta revoltura de sentimientos por las pastillas...las odio, las amo, les temo, las idolatro...quizás voy a tener que cambiarlas por un ravotril y relajarme un poco con el asunto.
*Por Mara
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...