28 de junio de 2012

HGM: Romeo, Romeo...¿donde estás que no te veo?

 Tras las huellas de un guapo

Como les contaba en mi primer post hace una semana, encontré al hombre más guapo del mundo en una micro que baja por Apoquindo y casi muero atropellada por tratar de seguirlo. Hombre Guapo en Micro, o HGM como yo lo bauticé, de seguro trabaja cerca de mi oficina porque recorre el mismo camino que yo caminando desde el paradero.

Ah, es cierto, no les he contado: la semana pasada, cuando me lo encontré en el semáforo cerca de mi pega, supuse que se había bajado un paradero después que yo y que seguramente había otro camino más corto por el cual llegar al mismo punto sin dar el rodeo que yo hacía todos los dias. Efectivamente, ese lugar existe y es dos cuadras después, en la calle El Bosque. Desde ese día, tomo ahí la micro de vuelta a casa y me bajo en las mañanas con la esperanza de ver de nuevo al que será -ya lo decidí- el padre de mis hijos.

Horror Casquivano: File not found!

¡Wuaaaaaa!


Horror de los horrores, que no me pasaba desde hace años. Recibí un archivo por mail ayer en la mañana con un trabajo urgente. Me puse los audifonos con música de trabajo, cerre mi puerta, cerré las ventanas de facebook y twitter del computador y comencé a trabajar en él más concentrada que caldo maggi.

Página 1: Comencé a trabajar obsesionada con las comas, la cantidad de caracteres, los párrafos, las ilustraciones, números de página que no concordaban. En algún minuto sono mi celu y lo puse en completo silencio, ni siquiera vibrador. Tenía que quedar perfecto.

27 de junio de 2012

Blancanieves 2.0

Adiós al delantal y la escoba

Todas y todos crecimos con la Blancanieves que nos vendió Disney, esa dulce y desdichada princesa que cantaba con los pajaritos, condenada a muerte por su madrastra por pura envidia, salvada gracias a su cara bonita de su suerte de morir a manos del cazador (o leñador… no recuerdo bien) y después de huir al bosque se dedicó a limpiar y cocinar para 7 enanos…. Envenenada por la madrastra con una manzana y despertada del sueño maldito por el beso de un príncipe. Esa era la Blancanieves que conocíamos: linda, sumisa, abnegada, buena para las labores domésticas y finalmente rescatada por el príncipe azul.

Señoras y señores… tengo que declara que ese estereotipo de Blancanieves ya no existe!!!! Se acabó la chica dulce dedicada al hogar, que espera todo el día a que su hombre (o hombres en el caso del cuento) lleguen del trabajo, con la casa reluciente y la comida caliente.

25 de junio de 2012

Dilema casquivano: la delgada línea invisible

Entre ser sincera y ser una perra

Existe un delicado equilibrio entre la sinceridad y ser una bruja y por otro lado, entre ser una falsa hipócrita y callar cosas que no van a ayudar a nadie. Nadie más partirdaria que yo de la sinceridad, especialmente entre féminas, pero también entiendo que hay veces en que hay que tener filtro para darte cuenta de que cerrar bien la boquita trae más beneficios que abrirla y dejar la embarrada. 

Todas tenemos una -o varias- amigas así: de esas que tienen la boca tan grande que de verdad no puede mantenerla cerrada. Y no estoy hablando de la yegua común y corriente que disfruta desplegando su lengua viperina para sembrar mala vibra a diestra y siniestra. No, de la que estoy hablando es de esa amiga que cree que su misión en la vida como amiga tuya, es decirte absolutamente todas la verdades, aunque te duelan, y tienes que aguantarla, perdonarla y hasta darle las gracias, porque después de todo, para eso están las amigas.

21 de junio de 2012

Colaboración casquivana: HGM Parte 1


¡Le damos la bienvenida a una nueva colaboradora! María Pia Galindo (Alias La Keka) nos cuenta las aventuras y desventuras con el amor de su vida, el guapetón y enigmático HGM.
¡Bienvenida Keka! 

Hombre Guapo en Micro


Nos vimos por primera vez la semana pasada y me llamó la atención porque entre el movedero de gente que te obliga a avanzar hacia la parte de atrás de la micro, de pronto me encontré cara a cara con él y lo primero que asaltó mi mente fue decirle: "Hola, hace mucho que no veía un hombre tan guapo como tú, cásate conmigo". Pero el frenón de camión ganadero que dió el chofer me removió la hasta el cerebro y me impidió hablar.


Y ahí estaba él, más lindo que ver la cordillera nevada. Y ahí estaba yo completamente embobada con su aspecto, a menos de 30 centímetros de su cara sin lograr quitarle los ojos de encima. La micro llegó al paradero y yo tenía que bajarme, él se acercó a la puerta...rogué a todos los ángeles que se bajara también, hasta le ofrecí a virgencita un rosario completo, pero parece que la virgencita estaba  en otra porque cuando la micro reanudó la marcha, al voltear hacia atrás no ví a nadie y justo me pilló mirándolo por la ventana mientras se alejaba.

Caminé rumbo a mi oficina pensando que al menos había comenzado la semana de la manera más agradable posible y al llegar al semáforo a dos cuadras de distancia de mi destino, CHAN! ahí está él de nuevo!! Ya planeaba cómo hacer para tomarle una foto con el celular (disimulando) cuando él aprovechó una pausa en el tráfico para cruzar con el semáforo en rojo para peatones...a punto estuve de cruzar detrás de él y a punto estuve de ser arrollada por un auto que al frenar hizo tanto ruido con los neumáticos que HGM volteó a mirar que pasaba y me vió haciendo el ridículo a media calle en el cruce de la muerte. Que horror, debe haber pensado que lo estaba persiguiendo. Que horror, tenía razón.

Lo último que ví de él ese día, fue que dio vuelta caminando en la misma esquina donde lo hago yo para ir a mi trabajo pero eso fue todo porque tuve que esperar todavía 3 minutos más a que el maldito semáforo cambiara para poder finalmente cruzar la calle. Llegué a mi edificio pensando que quizás lo encontraría esperando el ascensor, que subiríamos juntos y podría escuchar su voz al decir buenos días o chao. Pero no, al entrar estaban esperando el ascensor puros viejos feos, gordos y pelados...(pucha, qué tanto le costaba al destino) ni rastro de HGM y para cuando llegué a mi oficina me senté y pasé la primera media hora tomando café y rogándole a toda la corte celestial encontrarme con él al salir a la hora de almuerzo o de vuelta a la casa.

Parece que la corte celestial tenía otros planes para mí y HGM. Todavía no se cuáles son, pero estoy convencida de que nos volveremos a encontrar...Así tenga que subirme a todas las micros del transantiago.
Por La Keka.

Dar o no dar la pasada

Una cuestión de educación
Tengo que escribir sobre esto… no quiero generalizar, porque de hecho no me incluyo en el grupo. Debo decir además que este es un hecho del cual F se percató y realizó un estudio acabado, con hechos constatados científicamente y después de varias demostraciones no puedo sino decir que tiene razón. Es por esto que decidí ponerlo por escrito, para hacer un llamado de atención a mi congéneres y a las que les llegue a ver si se comportan un poco mejor…

El tema se puede resumir básicamente en la frase: “Las mujeres no dan la pasada… cuando manejan”. Se que muchas de ustedes estarán diciendo “nada que ver” o “mentira”, está bien, yo también opinaba lo mismo cada vez íbamos en el auto con F y lanzaba sus desquites al aire, hasta que comencé a poner un poco de atención a lo que pasaba más allá de la ventana del auto y … que creen… F tenía razón!

18 de junio de 2012

In-sensata en la oficina: Alejate de las copuchas

No vayas a decir que te lo dije yo...

No me digan que no, siempre hay alguien. Él o La chismosa de la oficina viene a tí aunque no la llames, se te acerca revolviendo el café con stevia que se acaba de preparar y desde que escuchas el primer tintineo de la cucharita contra la taza, y el ruido de sus tacones de aguja, sabes que vienen por lo menos 15 minutos de perder tu valioso tiempo escuchando la última de qué hizo quién, con quién y dónde.
El chisme es una de las formas más fáciles y ruines -debo decirlo- de obtener cierto nivel de estatus y poder en la oficina. ¿Saben por qué? porque supone estar en propiedad de cierta información -sea esta verdad o mentira- que otros no quieren que se sepa. Entonces, la chismosa de la oficina se siente superior, en control y lista para lanzar sus dardos en la dirección que más le convenga en ese momento.

Con las cortinas abiertas

¿Alguien realmente te mira?

Hay gente que tiene como complejo de ser observada, incluso en situaciones o momentos en que estamos totalmente fuera de la vista de otras personas. Aún así creo que el fenómeno de ser observado es mucho mayor que la situación real de observar a alguien. Ok, mirones hay en todas partes, pero creo que son más lo que creen que los miran que los que miran.

Mi papá es el rey de la persecución del “alguien me mira” o más bien “alguien me puede mirar”. Yo digo que tiene el síndrome del pueblo chico, donde todos se saben y “sapean” la vida de todos y donde, por lo mismo, el concepto de privacidad no se respeta mucho.

14 de junio de 2012

Enigmas Casquivanos: Starbucks

 El país de las maravillas

Siempre que voy a starbucks me pregunto por qué todo el tiempo la gente está feliz en ese lugar. A ver, piénsenlo: ¿alguna vez han visto una pareja peleando en starbucks? ¿o a un tipo malhumorado pidiendo su big mac con queso AHORA a gritos? Nooo! Porque Starbucks es el reyno de la felicidad.

No sé cómo le hacen pero al menos en el starbucks que está cerca de mi oficina todo el mundo es feliz a todas horas...¿serán que ponen algo en el aire? ¿una droga de la felicidad? no me extrañaría cualquier rato comenzar a ver la cara del gato de Cheshire mientras espero por mi Skinny Vanilla Late alto con un extra shot de café bien caliente.
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